sábado, 22 de octubre de 2011

Alacranes en la ventana


Aún soy ese niño extraño de mil novecientos ochenta y siete

que se apoya en la baranda de la ventana

y mira pasar a la gente

ignorando que en las aceras y en las luces de los postes eléctricos

también se esconden fantasmas de carne y hueso.

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