Aún soy ese niño extraño de mil novecientos ochenta y siete
que se apoya en la baranda de la ventana
y mira pasar a la gente
ignorando que en las aceras y en las luces de los postes eléctricos
también se esconden fantasmas de carne y hueso.
toda sociedad tiene sus puntos de menor resistencia, sus llagas. Mete el dedo en la llaga, y apòyalo bien fuerte. Ahonda en los temas de los que nadie quiere hablar. (Michel Houellebecq)
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