Estoy narrando el mundo.
Aún nadie lo sabe
pero sigo -muy a mi manera- narrándolo.
Triste y constante.
Con la certeza de ir hacia ninguna parte.
Espantado por la fortuna y sus extraños trazos.
Más enfermo y cansado de lo ordinario.
Y al fin convencido de que la vida
es este agujero que he elegido por camino.
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